Paula Bruce

Flores

sombras de flor

cinco de ellas

y una llanta ajena.

(que vino una madrugada en bicicleta, la metió a la sala de mi casa, furioso. Vino a llevarse sus cosas mentalizado de no volverme a ver. Dolor, silencio,
cuello de alambre. Se quedó dormido pero se iría al ras de despertar)

Tinta china, tinta de oficina, tinta de plumón, acrílico, acuarela

negra.

 

V     almíbar

 

almíbar

fluido de pez muerto

 

hay palabras

hay boca

cuando el sentido

repentinamente no está

 

varían las mareas

tú a mí, yo a ti y tú

 

un poco tosca

un poco pálida

un poco hombre

siendo un ún

asciendo, haciendo, rapes de un sábado 30

 

nos albergamos

 

ámanos la luz

en forma de cuento, música

o el

¡en forma! de un ataque militar

“¿utilizar cómo me veo
es un provecho indirectamente mercantil
concebido como prostitución según la lógica de…?”

de nuevo

permanentemente

querido retoño

Paula Bruce




IV   Negro, en efecto, una mancha negra allí

sisea

día

resolla

ido airándose

royéndose miradoatrás

es en efecto, balcón ante negrura que ennegrece más

cada

ya

calladamente

hasta

un cuello y en él un collar y en él un dije

de falso corazón púrpura y plástico.

Paula Bruce





Perder almíbar

entre pares de páginas de libros

 

tuve casi táctil lo celeste

y se perdió

en una luna de noche

 

un indefenso se avecina

al ciclo

lee de otros:

amasar más las páginas que

ni en la indicada, aun no hubo almíbar

 

“…sirviéndoles por este mismo tiempo postre de almíbar todos los días y noches, y si las facultades del colegio permitieran mayor franqueza con el tiempo…”

 

En: Historias ocultas, página 48.

 

cerrado, el cliente lo devuelve

sin vergüenza

Paula Bruce





XVII

Solía ser una flor

 

cómplice

 

Pero no sé

si ya pasó

qué pasó

 

viento a viento

te leo

Paula Bruce















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