José R. Gómez

"Tenemos que pensar que hace cinco mil años las aguas estaban ciento veinte metros por debajo del nivel actual. Por tanto, imagina la cantidad de poblaciones costeras que han quedado bajo el mar."

José R. Gómez
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 55

Maureen Cowen

"(Es más importante) desarrollar un espacio psíquico seguro formado por un círculo de luz con piedras y árboles donde practicar meditación. Tanto si se busca protegerse de otras personas que podrían estar transmitiéndonos su maldad mágicamente, o bien mediante recuerdos desagradables, hay técnicas que ayudan. La más conocida acaso sea la plegaria. Otro método efectivo me lo facilitó un sanador psíquico. Consistía en visualizarme a mí misma dentro de una burbuja transparente y que las fuerzas malignas no me alcanzaran a su través. Las veía en el exterior, a veces intentando romper la burbuja, pero no lo conseguían."
 
Maureen Cowen
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 41

Isabela Herranz

"El más numeroso de todos los amuletos protectores es una mano en diversas posiciones o gestos. Entre los pueblos mediterráneos los más populares son el de la higa —una mano con el dedo pulgar insertado entre los otros dedos doblados— y el de la mano cornuda con los dos dedos centrales doblados y el pulgar y el meñique extendidos imitando la cabeza de un animal con cuernos. Estos gestos o mudras se basan esencialmente en la creencia de que los órganos sexuales masculinos, fuente de fertilidad, poseen la virtud mágica de repeler ataques malignos."
 
Isabela Herranz
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 41

José Ignacio Carmona

"Su uso como máquina de guerra es tema de controversia y el mismo Charpentier, gran especialista en el Temple, nos cuenta cómo Hugo de Payns y los ocho primeros caballeros templarios encontraron el arca y esta fue llevada a Europa, esgrimiendo como prueba el relieve esculpido en el pórtico de los Iniciados de la catedral de Chartres, en el cual se representa un cofre sobre dos ruedas trasportado por un hombre atravesando un campo de cadáveres. Lo que, según él y muchos otros tras él, pudiera ser la escenificación de una batalla ocurrida en Jerusalén entre árabes y templarios, donde estos últimos habrían utilizado el arca como arma. Otros especialistas, sin embargo, como el erudito ocultista Joseph-Alexandre Saint-Yves, marqués de Alveydre, en su tratado La teogonía de los patriarcas, abunda en la hipótesis de que el arca fue construida siguiendo el modelo de las naos de los santuarios egipcios, y se trataría de una máquina de contacto. (…) Alveydre nos recuerda cómo Yahvé hablaba a Moisés a través de un misterioso fuego, y cómo cuando este salía de hablar con Dios se podía ver que su rostro desprendía rayos de luz."

José Ignacio CarmonaTomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 83

Alice Marshall

"La fama del cementerio saltó a los medios sobre todo cuando en el mes de diciembre de 1969 varios testigos aseguraron haber visto, muy cerca de la tumba de Karl Marx, una sombra muy alta que parecía perseguir a los paseantes."

Alice Marshall
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 39

Lesley Gregoricka

"La gente de la época postmedieval no entendía cómo se propagaba la enfermedad, y en lugar de una explicación científica para estas epidemias, explicaban el cólera y las muertes que resultaban de ella de manera sobrenatural."
 
Lesley Gregoricka
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 33
 
 
 
"La propagación de enfermedades como el cólera fue muy poco conocida en el siglo XVII y eso hizo creer que se trataban de vampiros." 
 
Lesley Gregoricka


Barry Paw

"Aunque los vampiros no son reales, existe una necesidad real de terapias innovadoras para mejorar las vidas de las personas con porfirias."

Barry Paw
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 30
 
 
 
 "Las personas con PPE son crónicamente anémicas, lo que las hace sentir muy cansadas y se ven muy pálidas (…). La sensibilidad de los enfermos a la luz es de tal calibre, que incluso en un día nublado los rayos ultravioletas, que son los causantes de los daños, pueden provocar hasta la desfiguración de las zonas expuestas. Por tanto, no pueden salir de día."

Barry Paw
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 30


Francisco Santana

Los días de abril

Los días de abril fueron duros
no pude leer ni un poema
alguien se había llevado los libros
hizo mucho frío
no hubo luz
ni electricidad
vi caer los relámpagos en la montaña cubierta de niebla
llovió, después llovió con furia y desesperación
la casa vacía
ni un sonido tuyo sobre las sábanas
las paredes llenas de nostalgia no tenían colores
murió Paul Auster
no tenía dinero para comprar licor y brindar por su muerte
rebusqué por los rincones, tampoco había nada
me debían dinero
trabajé
nadie me pagaba
robé una manzana y dos naranjas
fui a la casa de un amigo y me llevé un libro mío
eso también se puede considerar un robo
cambié el libro por dos cervezas
bebí en memoria de Paul
y soñé con Mister Vértigo
también con tu voz tocando la puerta
luego llegó mayo
pero yo estaba dormido cuando llamaste por la noche

Francisco Santana




Mediodía

Es mediodía
y sudo
tengo un vaso de ron en la mano
huele a miel y a maldad
no hay hielo pa’ refrescar
escucho un bolero de Héctor Lavoe
y sufro lo indecible
dice así:
No me preguntes que me pasatal vez yo mismo no lo sé
préstame unas horas de tu vida
si esta noche está perdida
encontrémonos los dos
No me preguntes ni mi nombre
quiero olvidarme hasta quien soy
piensa que tan solo soy un hombre
y si lloro no te asombres
no es por falta de valor…

¿Ahora entienden por qué sufro?
quizás nada sirva pa’ maldita la cosa
a lo mejor si fuera noche
lloraría escondiendo las lagrimas
y cantaría en voz alta
apretado contra la ventana
pero es mediodía
y el calor agobia mi alma y mi mente
no me deja pensar
entonces el ron se vuelve necesario
como una canción
como un bolero
pero estoy solo
y eso siempre es peligroso
porque los recuerdos
retornan
a golpear
con parsimonia
el fondo del corazón
y entonces
también vuelve
la suave
y dolorosa trampa de tu piel
porque es imposible desprenderse
de lo que tanto se ha amado

Francisco Santana




Por la noche

Desde mi terraza
Guayaquil por la noche
unos puntos de luz en la distancia
cerros como nacimientos navideños
una masa sin heroísmo
olor de pantano y manglar
un estero lleno de oscuridad
un viento que viene del agua
golpea las ventanas
y los rostros peregrinos
Una ciudad de piedra y lodo
sin nobleza
incompleta
se deja lamer por el río
esconde sus vergüenzas
pero muestras las heridas
de una fiesta mezquina
donde los invitados sonríen cobardes
No hay una sola canción que sirva
para cantar tus verdades
sé que a veces lloras
y me susurras
tarde en la noche
no importa
tú pasarás
todos pasarán
y yo seguiré aquí
atrapada en la mentira
de pensarme eterna
con mi pobre corazón
palpitando al viento
y agonizando sobre un manto de sudor

Francisco Santana





Sobre todo en verano amor

Yo estaré en el campo o en la playa
tampoco importa mucho porque habrá comida en tu mesa
y en las noches licor bueno

Sobre todo en verano amor
cuando en la ciudad ya no llueve
yo estaré en el campo o en la playa
tampoco importa mucho porque seguro alguien bailará contigo en tu casa de paredes verdes

Sobre todo en verano amor
cuando los días son más fríos en tu puerto
Ése puerto donde no se pueden ver los barcos en el río gris
yo dejaré el campo y la playa y viajaré hacia el sur
para ver las tierras antiguas que cantaban en las canciones

Sobre todo en verano amor
yo estaré en el sur y escucharé las canciones
ahí donde el agua baja de la montaña y llega casi hasta la puerta de tu jardín
tampoco importa mucho porque en verano no hay canto de grillos en la ciudad del río gris

Sobre todo en verano amor
cuando nuestro sol amanece más temprano potente y claro
yo estaré todavía en algún pueblo del sur
porque una tormenta no me deja salir de mi habitación hecha de madera y caos
tampoco importa mucho porque el vino es barato y se deja beber amable
O quizá sí importa porque estaré pensando en ti y también en como llegar hasta ti
aunque este pueblo del sur está más lejos que las montañas por donde baja el río que llega casi hasta la puerta de tu jardín

Sobre todo en verano amor
seguiré atrapado dentro de la habitación de madera y caos
y el vino ya no será tan amable aunque igual lo beberé
y pensaré que soy una hoja volando dentro de la tormenta
y sentiré que algunas cosas no tienen sentido porque soy un hombre frágil
pero tampoco importa mucho
porque las tormentas siempre pasan y se acaban

Sobre todo en verano amor
luego de la tormenta,
volveré al campo y a la playa y tendré más dudas
tampoco importa mucho porque un hombre frágil también puede construir un jardín cuando sobrevive a una tormenta

Sobre todo en verano amor

Francisco Santana












Ernesto Delgado

ÁGUILA

Posada sobre todo lo vivo,
El águila gira brusca su cabeza brusca
Buscando nacimientos, esperándolos.
Y luego asciende y cae en su vuelo,
Dibujando con su vuelo el círculo de todo lo que nace.
Todo lo naciente tiene un águila
Que le hace señas a las cosas que nos encuentran.
El águila toma la forma de tu espíritu
Para que puedas entenderle el idioma a su vuelo.
Un día se posa cerca de tus ojos esperando,
Esperando que empieces a nacer.

Ernesto Delgado




EL DOLOR Y EL CANTO

Pongo mi dolor a cantarme:
lo encierro en mi oído y me duermo doliéndome. Cuando despierto la jaula está
abierta, pero no está abierta, es un canto que duele después, por eso no tiene alas;
es solo un canto que duele después. Pero tú no tienes alas, tú solo
dueles.

Pongo mi dolor a cantarme tu dolor con ese chillido de la demencia
que te escuché soltar en el alambre de la camilla.
Así, con ese chillido, entró la muerte en tus huesos como entra el aire en diciembre por las paredes de los pobres.
Así, con ese chillido, caíste rígida y solemne, carcomida estatua.
Así cantan las hojas cuando el viento las arrastra por los patios.
Es el mismo canto que lanzabas entre las cucharas de aluminio
para que las sombras de la noche fueran cabizbajas hacia el fondo de la casa
con sus hocicos sucios por los huesos tirados en el portal de tus años.
Tú dejas mi oído abierto para que yo te escuche existir.

Por eso pongo mi dolor a cantarme tu dolor.
Yo estoy lleno de pichones,
mi dolor pone huevos en tus muertes.
Tu canto y mi canto chocan, no se reconocen y se siguen buscando:
Desde siempre mi dolor cantó en tu oído y no lo reconocías,
desde siempre cantó junto al tuyo en la jaula de la vida.
Siempre cantó en tu cama de hospital, cantó hasta tener plumas,
hasta posarse en las alambradas con que me cercan y condenan.
Canta fuerte para que yo lo reconozca y encierre. Pero tu dolor no me deja escucharlo.

Ernesto Delgado




EL ENFERMO

Un día enfermas de otra latitud.

Fran Abel Dopico

Enfermas de otra latitud, del cáncer de otra latitud como un exiliado sin exilio. Toses otra latitud, te duelen las latitudes. Te duelen las ciudades y costumbres que el tiempo ha devorado porque el tiempo es el cáncer de las cosas. Pero más te duelen las ciudades que no has devorado. Las hembras y las calles, los templos y bahías, los ríos que engordan de empujar el progreso, los ríos que engordan de ser nombrados: todo esperando que lo devores. Todo esperando que lo devores, pero es a ti a quién devoran. El cáncer de latitudes es el cáncer más extraño. Nos va comiendo los ojos, nos deshila la memoria hasta que somos ajenos a todo lo hilado por el sistema. Hasta que otras tierras y la tierra que eres son dos cantos buscándose. Eres el enfermo que necesita devolverse a lo terrenal para luego devolverse a sus costumbres. Tu cura es el viaje, el viaje sin reposos. Tu cura es el viaje, pero no hay cura. Todas las calles y los cerros, todo lo breve y lo perdurable te pertenecen y a la vez no son tuyos. Estás enfermo de mundo. Estás enfermo de un país enfermo. Tú naciste enfermo de belleza: naciste con un agujero en el alma y solo se llena vaciándole el mundo dentro. Naciste enfermo de belleza y te echaron a los barrotes, los limpios verdugos que fingen ser reyes o empresarios te echaron con asco a los barrotes.

A que te alimentaras de tus muertes. A que padecieras esta realidad invariable, a eso te echaron. No sabían tus verdugos que ya estabas condenado a padecerla, que es estar condenado a disfrutarla. Que al padecerla la vuelves otra y al disfrutarla la vuelves poesía. Que la poesía es tu alivio; tu único alivio; porque tú naciste enfermo de belleza.

Ernesto Delgado






HOSPITALES

De los hospitales se sale a rezar como Jesús en Getsemaní, mientras los otros fríamente duermen. La muerte está soplando y la soledad te hace pequeño. Sales otra vez y rezas, pero nadie responde. El destino nos incomunica. Pides que pase de ti la copa, y ya el llanto te ha manchado como un vino. Las salas del hospital se sacuden como árboles, una noche de espera basta para rezar en cada uno. Sientes palos y gritos. Te sientes el traicionado.

De los hospitales se sale, como un papa del cónclave, cuando alguien se te ha muerto. Una noche te hace enve- jecer hasta convertirte en el escogido: el sumo pontífice y su mensaje de paz por la pérdida de la paz en tu mundo. Afuera está la familia como una multitud en espera de la misa. Debes anunciar lo terrible y debes repartir la miseri- cordia. Debes explicarles el plan de Dios, el primitivo plan, que todavía no acabas de entender.

Ernesto Delgado












Richard Siken

Improvisación en la orilla

Me quito las manos y te las doy, pero no

las quieres, así que las cojo de nuevo

y me las pongo mal, en la muñeca equivocada. El patio está oscuro,

los tomates están junto a la pared encalada,

el libro que hay en la mesa trata de España,

las ventanas están cerradas a cal y canto.

Esta noche piensas en ciudades bajo cúmulos

de nieve y te observo como si estuviera mirando a través de una ventana,

contando pájaros.

Buscabas la felicidad, y no te culpo,

y quizá una boca tiene pinta ridícula si no deja de hablar del gozo,

pero dime

que esto te encanta, dime que no eres infeliz.

Haces tus cábalas, te temes lo peor.

El pueblo costero. La valla electrificada.

Dibuja un círculo con un trozo de tiza. Imagínate de pie bajo un constante

cono de luz. Imagina rendirse. Imagina ser inútil.

Una piedra en el camino significa que el té aún no está listo,

una piedra en la mano es que alguien se ha enfadado, la piedra en tu interior

aún no ha tocado fondo.

Richard Siken





Mundo visible

La luz del sol derramándose por tu piel, tu sombra

plana sobre el muro.

El amanecer rompía los huesos de tu corazón como si fueran ramitas.

Esto no te lo habías esperado:

El dormitorio se puso blanco, la luz astronómica

te vapulea como una oleada de puños.

Te llevaste la mano a la cara como

para esconderla, los dedos rosáceos ya son dorados mientras la luz

brota directa al hueso,

como si fueras esa pequeña habitación encerrada en cristal,

con cada mota de polvo iluminada.

La luz no es ningún misterio,

el misterio es que haya algo que permita que la luz

siga atravesando.

Richard Siken




Sherezade

Cuéntame ese sueño en el que sacamos los cuerpos del lago

y los vestimos con ropa seca.

Lo tarde que era, y nadie podía dormir, y los caballos corrían

hasta olvidar que eran caballos.

No es como el árbol, cuyas raíces finalmente se detienen,

es más bien como una canción que suena en la radio de un policía,

cómo enrollábamos la alfombra para bailar, y los días

eran de un rojo brillante, y cada vez que nos besábamos había otra manzana

que cortar en pedazos.

Mira la luz a través del cristal. Quiere decir que es mediodía, quiere decir

que somos inconsolables.

Cuéntame que todo esto, y el amor también, nos destrozará.

Estos, nuestros cuerpos, poseídos por la luz.

Cuéntame que nunca nos acostumbraremos.

Richard Siken