Jesús David Curbelo

CIRIOS

Me estremece
un gran temblor de víspera y de alba:
miro delante mis encendidos cirios.

SALINAS/KAVAFIS

El amor tiene sombras,
posesiones pasadas,
cenizas que serán después memoria,
laberintos, palabras,
y esa resurrección
cuya cruel ceremonia
—fundir a los amantes en una sola llama—
trueca las almas
en cirios del amor.

Jesús David Curbelo





COMPLEJIDAD DEL VUELO I

Iwas a child and shewas a child,
In this kingdom by the sea…

EDGAR ALLAN POE

A

¿Adónde resguardamos la sorpresa,
el olor de las santas bacanales
que no ungieron los huesos, sino el gesto?

¿Quién avisó el susurro, quién la lumbre
aquella del milagro innominado?
¿Cuál fue la pulcritud que descubrimos,
el oro del espejo, la palabra
de ardiente sucesión bajo la sombra?

¿Cómo instaurar las brasas, cómo asirlas
al borde del sardónico temblor
con que el vino gobierna nuestra casa?

¿Qué es la exacta diablura de la sangre,
qué el surtidor, la astucia del pecado?

¿Dónde queda ese mar que nos deslumbra?

B

Advierto que volar es un enigma,
una suerte de lanza para echarnos
sobre la adolescencia todo el ámbar.

Temo el batir de un párpado en el aire,
la comunión que el frío nos hiciera
burlando al algodón y a los recuerdos.

Un pájaro es un duelo impredecible
que conjura las manos en su vientre,
es la blonda promesa del insomnio
tornándose muchacha, o caracola.

Volar es el oficio, la costumbre,
el jerez marchitado antes del sorbo,
una prolongación de la leyenda
en que un ave se posa sobre el sueño.

Pero aún guardo escorpiones y astrolabios,
arpas que a mendigarme vendrán otros,
guardo la audacia, el giro, el ejercicio
de ese salto viril en que naufrago.

Repito que volar es un enigma
y barajo mis naipes, mi confianza
en la humana explosión de su plumaje;
soy un tahúr, un líquido, el espanto
de mi propia inocencia destronada,
pero sigo enterrándome en el vuelo
que alguna vez signó sus credenciales
como una piel azul fingiendo el alba.

Soy la pregunta, el miedo, el raro vicio
de un relámpago ardiéndole en el busto
y afirmo que el asombro de la alondra
es música que vuelve a convocarme.

Jesús David Curbelo





COMPLEJIDAD DEL VUELO II

So that her high-born kinsmen came,
And bore her away from me…

EDGAR ALLAN POE

Hay árboles manchados por el opio de una eterna esperanza,
nacarados azules de familia
que editan la bondad y la proscriben;
hay estériles ritos para alzarnos
sobre el humo deseado por los cuerpos;
ramas en las que finge el equilibrio
su última voluntad, la de aturdirse.

Sabíamos el riesgo de esta fábula,
la horadada misión que el aire cumple;
nadie quiso absolvernos, nadie aullarnos
todo el fervor del pánico en la frente.

Ahora el tiempo es un héroe intraducible
y ya apostó el rigor, los entreactos;
ahora el ave se esparce entre los dedos,
más superflua que el ritmo de la muerte.

Ya no tengo el silencio ni el olvido,
sólo el aroma trágico en que asumo
la estudiada piedad de quien sonríe;
he retornado al circo de mis huesos,
al mercado del ocio y la alabanza;
no me queda otra daga en el mutismo:
es preciso aprenderme antes del salto.

Más promiscuo es el mundo que una espada
aturdida en la piel de otros guerreros;
es un juego a encontrar el no absoluto,
la vieja rueca de hilvanar la suerte.

Nacarados azules de familia
han de prohibir el madrigal y el gozo:
padres en sorprendidas reticencias,
madres que al blasfemar su olor juzgaron,
extranjeros amigos del rumor,
y otras cenizas, leves para el duende.

Nadie advirtió la pátina en el aire,
su dúctil voluntad de hacerse tumba;
una alondra es un pájaro instantáneo:
cómo la han de enjaular si está proscrita,
si otra especie de máscara la aguarda.

Ya no me queda música en la sangre
para iniciar la bacanal del vuelo:
he mentido y me acechan lentos dardos,
ya no tengo el fulgor, la paz del alba.

Soy la furia diezmada, el veredicto
proferido en la luz por los tribunos:
volar es agotarse la nostalgia,
el mar también existe de otra forma.

Jesús David Curbelo






LEYENDA

Un hombre, una mujer y un caracol de agua
hicieron la ciudad a su abolengo,
anudaron a dioses con sirenas,
desvistieron el sueño y los galopes
del potro extraño de sus torsos ebrios.

Un hombre, poseído por la fuerza
que da la luz entrando a un caracol,
jugó la cuerda de agrupar nostalgias
cuando ya la mujer había partido
a ocuparse el invierno con su rostro.

Un hombre amado por las elegías,
esculpido y tallado en la madera
fundamental que el aire desmorona,
copió la villa a sombras y campanas,
a la edad de su sexo en los espejos
y al feroz epitafio de su esposa
nadando en el fulgor con que escapaba.

Un hombre, una mujer y un caracol sagrado
dotaron al paisaje con su aliento,
se fugaron del cuadro, fueron reyes
en la comicidad de su preludio.

Una mujer volvía como un dardo
al oscuro presagio de la infancia,
salmodiaba el silencio, los rituales
con que la lluvia le ofició sus credos.

Una mujer —cascada— se despeña
en el cuenco de un hombre; reconocen
los sudores del óleo, versifican
por la bondad del caracol danzante,
por las piedras que anuncian otras muertes.

Un hombre, una mujer y un caracol de agua
se perdieron detrás del unicornio:
el hombre casi dios en su demencia,
espuma la mujer como una barca,
dormido fuego astuto el caracol.

Y el potro de los pechos se deshizo,
decapitó sirenas y ciudades,
los dioses retornaron al escudo,
se perdió el arduo olor de los mercados
y el letargo crucial de los burdeles.

Un hombre, una mujer y un caracol de agua
habían salido a desandar el sueño,
a fundar su ciudad bajo el eclipse,
a conspirar la muerte, a conocerse.

Jesús David Curbelo



















Juan F. Rivero

Aún sigo aquí.
Oigo el vacío
de las horas perfectas.

Juan F. Rivero




Hablar de nuevo aquí
de cualquier cosa,
con los ojos profundos
y cerrados.
También
el olor de otro cuerpo
puede ser un paisaje.

Juan F. Rivero




Luz irreal:
el azul y el vacío,
las ramas jóvenes.

Se ha devuelto a la higuera
su desnudez.

Juan F. Rivero





Otoño. Amo
la claridad,
la tarde extensa,
el primer frío.

Bajo el cielo hay mil pájaros
cuyo nombre no sé.

Juan F. Rivero




Somos lo que más miedo nos da ser
la trayectoria errónea de un satélite que orbita contra otro en el espacio,
la enfermedad que infecta la crisálida
y modifica su metamorfosis.

El olor de otra piel me ayuda a no soñarme cuando duermo,
a no pensar que el brillo de esta luz está en la superficie de la sombra,
a no pensar que me incomoda el miedo a no sentir
y a llenarme de piedras los bolsillos.

Somos lo que el cerebro oculta entre sus ramas.

Las dos manos abiertas,
como discos,
y la memoria siempre al borde de la voz;

ese animal ya muerto en la cuneta
que vaciló al pasar
solo un instante.

Juan F. Rivero




Un recuerdo de Tokio:
en las afueras,
el canto abrumador de las cigarras
y una pagoda verde envuelta en luz.

Donde acaba el jardín empieza el cementerio.
los gatos callan y la lluvia cae.

Alguien ha puesto caperuzas rojas
sobre las cabecitas de los budas.

Juan F. Rivero















Berta García Faet

ÁBACO & INDÍGENA & CÉSAR VALLEJO

ay del ábaco, ay del cuadragésimo
clérigo pálido y
celíaco

ay del vértice, ay del último

tubérculo hambriento
o psicológico

qué haréis vosotros con el antílope triste,
con la píldora onírica de las fiestas
pletóricas

qué haréis vosotros con mi amor tan fanático,
vándalo unánime de la estadística
tétrica

yo quisiera viajar en un relámpago agrio
románico y bífido como una

herida

a lomos de un lobo o un pelícano ciego

sincero o demócrata o castillo

lejano

hacia el júbilo puro de la histeria
mesiánica

hacia el íntimo glúteo de la fístula
bélica

a la derecha del padre de césar vallejo
oh fúnebre, oh cómplice, oh espasmódico
tigre

pero ay del indígena, ay del herbívoro
y cómico esqueleto
económico

ay del pírrico y febrífugo beso
de la muerte marítima o

minúscula

qué haréis vosotros con mi cónyuge líquido
y su pestaña azul y su córnea
geodésica,

qué haréis vosotros con el pájaro sánscrito

y con los niños felinos

o sordo-cojos

yo quisiera comer ubérrimos músculos
de gárgola o uva o

diáspora

cabalgando un isósceles humilde y mozárabe

y un sulfúrico haz de

explosiones

en la selva excéntrica de la cópula
mística,

en la guerra utópica contra la náusea
inalámbrica

y limpiar el dulce vómito de césar vallejo,
oh pirámide, oh página, oh metalingüístico
miércoles

Berta García Faet




CUESTIONARIO PRE-MATRIMONIAL

¿Nos vamos a vivir a un falansterio?
¿Has perdido mucho el tiempo?
¿Escribir libros tristes es adaptativo?

¿No hay cuerpo que no sea, a largo plazo, música?
¿Te drogas? ¿Crees en algo? ¿Eres salvaje? ¿Eres anarquista?
¿Teísmo, flechas, ritos, pasos?
¿Estrías, ascuas, teína, ateísmo?

¿Has resbalado por el páramo con una décima de fiebre?
¿Ríes a carcajadas por el páramo con una décima de fiebre?

¿Escuchas el silencio histriónico de la palabra harpa?
¿Escuchas el silencio histriónico de todas las palabras?
¿Escuchas el silencio histriónico del imperativo abrázame y,
verbalizándolo, me abrazas?

¿Plagian, pero mal, las palabras a los grajos?
¿Los textos de los cuervos? ¿Los cloqueos-contraseña?
¿Y el vapor, y el pespunte? ¿La diástole, el párpado?

¿Es una herida fresca?
¿Tienes mucho calor?
¿Nihilismo o pétalo?
¿Nihilismo o pétalo?

Berta García Faet




poema sobre el río leteo

el río leteo es uno de los ríos del hades. las branquias tostadas del atardecer son siempre las mismas. el color del molusco llamado múrice (el color del sobresalto) forra el cielo y el agua. la forma del molusco llamado múrice (la forma de la peonza con espinas) imita la forma de mi corazón. leteo significa olvido y a significa sin. río significa río. letheia significa sin olvido y aletheia significa verdad. este cuadríptico es humillante. philipp chandos sufre un poco menos que yo. pero el coxis torcido de las noches de abril debe mencionarse: abril me trajo mirra, codos con sangre y argot. el problema fue el nácar. porque las cosas del mundo son eternamente veloces contra mi palabra. y las cosas del mundo son infaliblemente lenguaraces en su mudez. las cosas del mundo se arraciman en una barricada de canciones o en un dédalo de dados o de mercurio o en una puesta de sol o de largo para que no pueda encontrarlas. auscultar y besar presuponen tacto. las cosas del mundo se apretujan en manojos de palomillas hambrientas que resbalan entre la fruta húmeda. cazar y saborear presuponen contextura. una vez palpé un húmero esotérico y era tu húmero. una vez palpé una nuca policontusionada y era tu nuca. imaginé o comprendí que tu piel es transparente. imaginé comprender qué es la belleza. la Verdad con mayúsculas fue una diosa encantadora, hija del Tiempo y de la Virtud con mayúsculas. antes, la estética y la bondad iban a todas partes juntas. mi fantasía sexual de acorralar al oprimido hubiera resultado muy erótica y moral. di, por ejemplo, amor. (alguien pronuncia: write down your e-mail and i’ll check if you exist.) di, por ejemplo, amor. (¿ves? choca contra la llaga, vuela y rompe la bombilla.) el mito y el azúcar se disuelven. si fuera verdad que la verdad es un recuerdo, yo me rebelaría contra la verdad. la verdad es un terrón de moho. el recuerdo es imposible. no todo se olvida porque no todo pasa. las cosas del mundo imitan la forma de mi corazón y tienen el color del sobresalto. di, por ejemplo, amor. y ya no está. nunca estuvo. no es magia, no es traspié. son los límites del lenguaje. y del río. tú, mueca neobarroca. hacia arriba. y desciendes

Berta García Faet




poema sobre mirar el cielo de noche y pensar muchas cosas

yo que opino que la hipermetropía es una manera legítima de existir y que intento ser buena persona y que estudio mucho ética y metaética y yo que lloro mucho con david hume y con los galgos maltratados y con los viejos maltratados y con la contaminación de las heces de las gallinas y obscenas celdas del tamaño de un folio A-4 y sus viscosas fiebres del tamaño de un subcontinente y yo que creo los tirabuzones de los páramos y yo que ignoro todo y me pregunto qué hacer sin lenin y sin cielo qué hacer el mundo y su cabello cardado y reseco y cómo tocar sus huesos arcaicos y su praxis y el humo de su belleza impenetrable y yo que siempre siento la presencia de un muro fratricida del sabor umami de la leche cuando quiero verter una palabra amable y desaliñada en la gorra entreabierta del mendigo o del músico y yo que sé bastante del amor y que lucho activamente aunque con sueño o con sueños excesivos a favor de la pandemia global de perdón y de esperanza que arrase el planeta tierra tal y como lo desconocemos de una vez por todas y yo que sueño excesivamente sueños de carácter excesivamente erótico y a veces perverso y abrupto y que nunca le perdonaré a mi especie auschwitz rosa parks el estado-nación el dinero el niño muerto y yo que olvido mucho y que propongo encender una vela con todos vosotros juntos para recordar todos nuestros olvidos y yo que hurgo en la ranura del logos y no encuentro nada y yo que tengo un progenitor A y un progenitor B y un hermano y una hermana y yo que aun así ignoro todo de la muerte y me pregunto qué cantar cuando anochece y qué cantar que no insulte al famélico o al translúcido o a la mujer bajo las piedras del odio y yo que tirito con virginal desasosiego en el instante crítico de tener que elegir un campo cromático favorito o un animal favorito o un juicio moral verdadero tan solo un juicio moral verdadero yo me río un poco con envidia un poco con amargura sí lo admito me río un poco con amargura un poco con envidia un poco con resentimiento de la seguridad ontológica del hombre medieval, sus ojos tranquilos, enternecedores

Berta García Faet



















Claudette Betancourt

CANTO A LA TIERRA

Yo también voy a estar bajo la tierra
húmeda por sus granos
mezcla con las raíces.
Yo, quien hoy respira
y canta y huele y vibra
anclada a las raíces estaré,
aunque no haya nada ahí
tan telúrico como esas raíces
y un polvo que seré acomodado entre la tierra.
Un sismo brotará
de entre los labios azules de la tierra
apenas una grieta
que vendrá a recordar, mi nacimiento.
Sobre la dulce tierra paridora
terminaré semilla flor y árbol,
sobre la redención del polvo
será mi espíritu
un guardado relicario de raíces,
entremezclada con la tierra que recibe
con los brazos abiertos
a los dormidos pálpitos.
La recibidora tierra
la tierra pura
el pulcro campo
la piel del camino
arado recinto
ulterior morada,
la sedosa piel del polvo paridor
de rosas y de abetos y de palmas reales,
la guardadora de semillas
sin distinción
hará de mi cabeza un fruto inconcebible
una insólita flor
un parto de semilla rítmica
que dará a su vez de comer a las abejas
y a las aves
y refrescará al cansado labrador
al distraído transeúnte,
hará de mi corazón un polvo fértil
y yo seré ese campo germinal
donde sembrará el hombre
sus ajos y sus uvas
sus aceitunas y su trigo
y sobre mí se recostarán los jóvenes amantes
y mojarán de mí sus delicados vientres.
Y yo seré ese campo plagado de semillas
el polvo silencioso y vivo
donde sembrará el hombre
su alimento.

Claudette Betancourt




CATEGORÍAS CIENTÍFICAS

Me tienen hasta el orto
con las categorías científicas y esas mierdas
por 80 pesos
mejor me voy para Quinta Avenida
ahí donde se paran las putas de lujo
a hacer señas
y les digo
soy filóloga
y me dicen
a mí qué pinga me importa
y les digo lupus, stultos
que con pecunia no se compra todo
pero ellos no son mis amicus
e igual me bajan la cabeza para su entrepierna,
allá en mi pared
el manchón del título de oro
me dice
aguanta un poco más alba puella
otra señita
y te compras la tan ansiada casa.

Claudette Betancourt






ELECCIONES Y BANDERAS

Elegir es un verbo difícil de combinar
sobre todo con el sustantivo bandera
Bandera es un sustantivo simbólico
que obliga a la gente
a elegir
entre aquello que ama
y aquello que ama
aquello que es
y aquello que es
el sintagma verbal elegir banderas por lo tanto
es solo comparable a la bomba atómica
hablábamos de eso un amigo y yo al otro día
él me decía: hay muchas banderas
una nacionalidad es una bandera
un género como femenino y masculino por ejemplo
es una bandera
me quedé pensando
un color es una bandera
un bando es una bandera
dos polos son dos piedras
si los frotas muy fuerte
puedes hacer fuego con ellos
eso lo saben aquellos que conocen el poder
y lo usan a su favor
dos polos son dos banderas
si las frotas muy fuerte
puedes hacer fuego con ellas
y quemar todo aquello que te estorbe
eso lo saben aquellos
que aprendieron el arte y la estrategia de la guerra
yo que conozco que la vida es redonda
yo que conozco que el afuera es adentro
yo que conozco y me duelen las banderas
a mí, como a ti, que me han obligado toda la vida
a usar el sintagma verbal elegir banderas
te digo que el mundo es redondo
que el espíritu es redondo
la redondez es perfecta
no hay contra qué chocarla
no hay cómo provocar fuego
no hay cómo promover la bomba atómica
eso lo saben también aquellos
que han leído a Maquiavelo
y es su mayor temor
por eso procuran que no nos enteremos
que no es obligatorio
usar el sintagma verbal: elegir banderas.

Claudette Betancourt




TRANSPORTE PÚBLICO

Todo mezclado Guillén,
Todo mezclado,
yo, filóloga,
aquel médico,
aquel borracho,
el pajizo de más allá,
el marginal de la esquina,
todos, nos damos las manos en corro,
compartimos sudores, algazaras, fluidos,
olores,
que delicia Guillén, todo mezclado,
blancos y negros,
tengo lo que tenía que tener
estudio, trabajo, fusil,
aquel joven con acné me saca la lengua,
el negro de más allá tiene sables en los ojos
el otro negro me desabrocha la ropa
con los ojos
y me pasa la lengua con los ojos,
y me viola
con los ojos
y me preña
con los ojos
me retuercen, me exprimen, me asfixian,
nos asfixiamos,
nos morimos,
resucitamos,
nos cansamos,
nos cansamos,
me recontrarozan las nalgas,
manos mías en senos,
nalgas,
pingas
brazos, pelos,
de todas las partes del cuerpo,
manos de todos en mi
órgano sexual, qué fino,
en mi
cara
codos
en mi
cabeza
ojo,
peste a grajo,
báñate en el malecón,
le dicen,
pero seguimos mezclados
en este microcosmos
de diaria obligatoriedad.
Llega la parada, la mía
permiso, que me bajo, gritos, empellones,
me halan, halo, muerdo,
me desgarran, me despeinan, salgo
ahora, a trabajar, llena de fuerzas.
Comienza el día.

Claudette Betancourt





















Nilton Santiago

CUANDO LOS PERROS SON LOS ÚNICOS QUE CONOCEN EL CAMINO A CASA

Como el viento que arrastra a las hormigas fuera del camino
así arrastran las mañanas la imagen del último vagón del tren.

Los oficinistas y las amas de casa
abren las cortinas de su corazón
mientras los perros se borran del paisaje,
como si fuesen a habitar un reloj de arena.

El reloj de arena o su imagen en este poema
arroja sus manecillas contra las nubes.

Una nube en este poema es una jaula llena de pájaros
y el pájaro no es un animal alado lleno de plumas,
sino que en este poema es un animal que llueve,
es tan solo una moneda líquida con la que un ángel
acaba de pagar una noche de hotel.

Este poema yace en el fondo del corazón de un ama de casa
que acaba de perder para siempre el contenido de sus lágrimas
y tú y yo somos la miel que entra en los avisperos
y también el contenido de una lágrima,
la mano que suelta a la mano para coger la estrella
y caer

al vacío.

El vacío lo contiene todo.

El vacío es el pañuelo que seca las lágrimas de las mariposas
cuando se miran al espejo y comprueban dos hipótesis:
a) que si se miran al espejo aún pueden ver que tienen la mirada de una oruga y
b) que no existe una imagen concreta del pasado.

El pasado va cambiando en la medida que el futuro se reduce a cenizas
hasta convertirse en un haz de luz.

Y de pronto tú y yo vemos aproximarse al tren
por la esquina de esta página en blanco.

El chofer del tren ve que nos acercamos
como si fuésemos nosotros quienes somos cuando estamos juntos
y junio y las bicicletas y este martes
fueran en realidad quienes dicen ser.

Pero el tren ni siquiera es un tren porque en este poema solo existen palabras.

Y esta cama que veo vacía
es simplemente una palabra dando botes fuera de este poema
hasta perderse en la esquina de mi habitación.

El cuerpo del ángel es el mismo que el de la hormiga filosófica
en el preciso momento que el viento nos arrastra fuera del camino.

Los perros son los únicos que ahora han quedado en el paisaje
porque a pesar de que se han borrado para habitar un reloj de arena
yo soy el único que jamás he existido en este poema.

Nilton Santiago





EL VACÍO COMO LENGUAJE, OTRA RECETA DE LA ABUELA DE ANDREA

La piel es un invento de la necesidad de tocarnos
—dices, mientras pones la mesa para la cena de esta noche
cuando aún es la hora del desayuno.
Estamos en la casa de Andrea,
una especie de lágrima de azúcar del tamaño del mar.
Andrea tiene el corazón lleno de sardinas,
como lo tenía su abuela cuando era niña
y creía que la luna era un vertedero de lágrimas.
Andrea dice que en su patria las sardinas vuelan sobre las nubes
confundidos entre hipocampos y mantarrayas.
Nadie sabe por qué.
Sólo se sabe que los más pobres entre los pobres
los pescan poniendo inmensas redes entre los árboles.

Andrea continúa:
en su pueblo no sólo hay centauros en las guarderías
(que lloran cuando ven el telediario)
refugiados sirios arrojados al mar,
refugiados libaneses cayendo en paracaídas sobre las bibliotecas,
sino también que hay gente que cree
que la soledad es lo único que nos hace parecidos a las estrellas.

Andrea ha cocinado unos espaguetis frutti di mare.
La receta es de su abuela,
una vieja de casi doscientos años que ha vivido dos guerras
ha perdido tres maridos y ha sepultado a todos sus hijos bajo un cerezo.
Yo no he dicho una palabra.
El silencio se expande sobre la mesa
como las mantarrayas entre las nubes,
como el corazón de los refugiados en una morgue de hipocampos.

¿No es cierto acaso que quién conoce su corazón está enfermo?

Me dice ahora Andrea, mientras recoge los platos.
No tengo ni idea, la verdad —le respondo—,
mientras le señalo la iguana que se esconde en mi corazón.

La única verdad es la nada,
la nada es el esqueleto de Dios
—dice Andrea,
mientras chupa una valva vacía de mejillón.

Nilton Santiago






SOBRE EL FALSO ETIQUETADO DE MERLUZA PROCEDENTE DE ÁFRICA 10 (QUE SE VENDE COMO EUROPEA O AMERICANA)

Ahora lo sabes,
también los peces tienen que pasar las fronteras,
llorar todas sus afonías,
pedirle impuestos a la luna llena que cada noche se disuelve en sus lágrimas
cuando se ha roto “la cadena de frío” en sus maltrechos corazones marinos.
Pero así es la soledad en el agua cuando se sabe de antemano
que compartirás el envase (con otro solitario) en algún frigorífico,
así son los falsos pasaportes
para los que no saben llorar bajo el agua
y terminan en los supermercados con la carne limpia y sin escamas,
lista para meter al horno.

Nilton Santiago



















Rodrigo Arriagada-Zubieta

FORTUNA IMPERATRIX MUNDI

“Sors immanis et inanis, rota tu volubilis”

Cánticos de Beuern

La Fortuna,
variable como la fiebre de un vals
donde no puedes apurar el paso,
sentada a ahorcajadas sobre un avestruz
favorece siempre a los necios.

Suerte cruel
un día, jugando,
sorprendes a los jóvenes ávidos
de acompasar al tiempo,
sus cuerpos desnudos
divididos por un viento contrario
tocan el vacío entre las manos.

El único poder es el de una sola hora,
bella entre bellas,
la primavera que nunca podrás mirar
ahí donde florecen los árboles
no hay nada otra vez.

Destino monstruoso,
colgar de las agujas del reloj
y abajo un cementerio marino
rugiente de leviatanes batiendo la orilla.

La virtud está en no consumar
nada hasta el fondo,
pescar una trucha, cazar al faisán,
azotar las olas y reunir el ganado.
Hay vacas que nunca ordeñarás.

Incluso en el momento en que toquen
las cuerdas del corazón,
música de flautas y coro de niñas,
procura sostener el momento
que los vientos alisios empujan,
conservando para el amor otra sombra.
No te está dado ir más allá.

Muy cerca el destino arrastra
un pantanoso lodo de palabras
donde la serpiente semidespierta
se repliega en sí misma
y el poeta susurra asombrado entre los pinos.
No seas curioso del bien y el mal.
Algunos utilizarán el conocimiento
a pesar de ti, en contra de ti.

Ayer el ajetreado mundo de los navegantes,
el sonido de copas en el corazón de la ciudad.
Mañana las naciones invocando la muerte,
la Historia sin sus operarios,
en el delirio y sin timón,
te guiarán hacia la luna
espléndida de terrores privados.

Rodrigo Arriagada-Zubieta




HOMO VIATOR

Hemos nacido tarde
para comenzar los viajes en primavera.
Ya nadie ora con los pies
pero a Toledo aún vienen
flotantes peregrinos en noches de invierno
para sentirse parte de la historia
avivados por una pasión oscura.
La tarde duerme apacible
anestesiada por las faldas
que se arrastran en los adoquines.
No les bastó con Venecia París y Roma
y tomarán el tren de las ocho
cuando la tarde atea y somnolienta
vuelca una taza de café
sobre los ruiseñores del convento.
Caminan desde el Zocodover
iluminados por vitrinas
que absorben a las damas elegantes
sonriendo inclinadas ante mazapanes
relojes y damasquinados.
Se asemejan a una raza automática del futuro
flotas de nómades ardientes
que se unen a ciegos guías de rutina
y contemplan con culpable devoción alguna virgen
como endemoniados que de día matan a las palomas.
Ninguna ciudad se les hace extraña
y ni siquiera titubean
ante la alargada frialdad del Greco
quizás porque han entendido
que de eso se trata el espíritu
y confirman lo que ya sabían—
eran ellos mismos
los que estaban muertos hace cientos de años
congelados en la luz azul de los maestros.

Rodrigo Arriagada-Zubieta














Stephen Worchel

"(El propio contexto del individuo (su historia, su interpretación de la situación presente y su anticipación   de   los   sucesos   futuros) juega   un   papel   al   menos   tan   importante   como   la situación   social   a   la   hora   de   determinar   la   saliencia   de   la   identidad   personal/social."

Stephen Worchel



"La alternancia entre una identidad y la otra ocurre no sólo durante periodos vitales  relativamente   cortos  de   tiempo.   Caracteriza  también   a  la   pauta   más  amplia   de   la existencia humana; el énfasis mayor en el establecimiento de la identidad personal ocurre durante la primera infancia y la madurez, mientras que los temas de la identidad social son más evidentes en la adolescencia y las personas de edad avanzada."

Stephen Worchel




"Soy el primero en admitir que son muchas las cosas por hacer antes de que el presente enfoque pueda exigir su lugar en el concierto de las teorías grupales aceptadas.Como mucho, me he limitado a poner los cimientos de este enfoque. Es preciso prestar más atención a la definición de los estadios y a la identificación de los factores que hacen pasar elgrupo de un estadio a otro. El trabajo en esta y otras cuestiones de desarrollo exige que los investigadores adopten una estrategia de investigación muy diferente de la que predomina en psicología social. Se impone la observación de grupos en proceso tanto naturales como de larga duración en el laboratorio."

Stephen Worchel


Pumla Gobodo-Madikizela

"A muchos les cuesta aceptar la idea del perdón. Y es fácil entender por qué. Para mantener una brújula moral, para aferrarnos a una distinción clara entre lo depravado pero concebible y lo que simplemente está fuera de la escala de la aceptabilidad humana, sentimos una presión emocional y mental interna para no perdonar, ya que el perdón puede indicar aceptabilidad, y la aceptabilidad indica cierta dosis, por pequeña que sea, de condonación. Existe el deseo de trazar una línea y decir: «Donde has estado, no puedo seguirte. Tus acciones nunca podrán considerarse parte de lo que significa ser humano». Sin embargo, no perdonar significa cerrar la puerta a la posibilidad de transformación."

Pumla Gobodo-Madikizela




"Al perdonar, inyectas en ti mismo y en el mundo algo muy poderoso. Esto no quiere decir que se evapore de pronto la rabia o la tristeza. Se trata más bien de saber que existe otra forma posible de relacionarte con tu dolor y con aquel que lo causó, algo que empodera enormemente."

Pumla Gobodo-Madikizela



"El legado del apartheid, que se basó en una segregación espacial, es que los descendientes de negros siguen confinados en las áreas más pobres y las nuevas generaciones de blancos, que han heredado la riqueza de sus ascendientes, en las más ricas. Esta estructura social ha dificultado una verdadera reconciliación. No se ha abordado adecuadamente una justicia económica."

Pumla Gobodo-Madikizela




"El racismo fundamenta las políticas de opresión, ya sea a través del colonialismo, la esclavitud, el apartheid o la violencia genocida contra grupos deshumanizados. Muestra su feo rostro incluso en las sociedades más progresistas, tengan o no cuestiones de reconciliación pendientes. Sudáfrica nunca podrá erradicar por completo los fantasmas de su pasado."

Pumla Gobodo-Madikizela



"La cuestión es por qué queremos que vaya a la cárcel. Si es para que sufra, esa motivación colisiona con la idea misma de perdón. He trabajado mucho en Ruanda, y allí he visto a víctimas que tenían como vecinos a los asesinos de sus seres queridos. Algo así solo es posible cuándo hay un propósito: construir algo nuevo, un futuro en el que los hijos de víctimas y perpetradores vivan libres del afán de revancha, que siempre se perpetúa a sí mismo."

Pumla Gobodo-Madikizela



“La justicia entendida como castigo no es sanadora.”

Pumla Gobodo-Madikizela



"Para los perpetradores, disculparse y sentir remordimiento les da la oportunidad de recuperar su humanidad. Algunos aceptan el desafío moral. A otros, por supuesto, les da igual y siguen actuando con desprecio."

Pumla Gobodo-Madikizela



"Podemos concebir la justicia como castigo, pero en mi opinión esto no es sanador. Debemos preguntarnos cuál es el objetivo de las decisiones que tomamos. A mí me interesa un tipo de justicia en el que la experiencia como víctima aliente un cambio en el autor del crimen, le abra la posibilidad de una nueva vida como ciudadano moral, lo cual puede ser mucho más gratificante que verlo sufrir."

Pumla Gobodo-Madikizela



"Quienes cometen violaciones de derechos humanos redefinen la moral y empiezan a creer que pueden cometer asesinatos sistemáticos y otras atrocidades "por el bien común". La distancia entre el mal y la enfermedad no es tan grande. El componente maligno de los crímenes de lesa humanidad es la falla moral. El componente maligno es el defecto de perspectiva, la distorsión del procesamiento mental que precede al mal y se ve intensificado por él."

Pumla Gobodo-Madikizela





"Una disculpa genuina se centra en los sentimientos del otro, más que en cómo se beneficiará finalmente quien se disculpa. Busca reconocer la plena responsabilidad de un acto y no usa un lenguaje egoísta para justificar el comportamiento de quien pide perdón. Una disculpa sincera no busca borrar lo hecho. Ninguna cantidad de palabras puede reparar los errores del pasado. Nada puede revertir las injusticias cometidas contra otros. Pero una disculpa pronunciada en el contexto de actos horribles tiene el potencial de transformar. Aclara o calma el ambiente para comenzar a reconstruir los vínculos rotos entre dos seres humanos."

Pumla Gobodo-Madikizela

















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